De la primera fase del proceso no tenemos fotos, pero aquí va un pequeño resumen para que os hagáis una idea: cortar el papel, dejarlo a remojo, picarlo, añadir el pegamento, dar forma a las bolitas, dejarlas endurecer y agujerearlas.
La segunda fase ha sido más sencilla: pintar, dejar secar, pintar una segunda capa, dejar secar, barnizar, dejar secar...
Y, ¡por fin!, aquí tenemos el resultado. Pequeñas e imperfectas bolitas de papel reciclado convertidas en simpáticos pendientes para dar un toque alegre a este otoño que se acaba. ¡Y por sólo 4 euros!
¡¡¡Modelos exclusivos!!! (Más que nada, porque con el trabajo que dan no me veo repitiendo el proceso, jeje)
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